Reseñas

PARINI, A. Y GIAMMATTEO, M. (COMPS.). (2016). «EL LENGUAJE EN LA COMUNICACIÓN DIGITAL»

Sonia Nicol Saravia Durand
Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Perú

Boletín de la Academia Peruana de la Lengua

Academia Peruana de la Lengua, Perú

ISSN: 0567-6002

ISSN-e: 2708-2644

Periodicidad: Semestral

vol. 75, núm. 75, 2024

boletin@apl.org.pe



DOI: https://doi.org/10.46744/bapl.202401.017

Alejandro Parini es director de la Escuela de Lenguas y Estudios Extranjeros en la Universidad de Belgrano y profesor titular del curso Lengua y Lingüística Inglesa en la Universidad de Buenos Aires. Asimismo, Mabel Giammatteo es docente e investigadora del Instituto de Filología y Literaturas Hispánicas de la Universidad de Buenos Aires. En el presente libro, titulado El lenguaje en la comunicación digital, Parini y Giammatteo (2016) buscan evidenciar el alcance de la digitalidad en nuestras prácticas comunicativas; por ello, recopilan ocho interesantes investigaciones que giran en torno a los conceptos «comunicación» y «cultura digital». Al respecto, Doueihi (2010) señala que este último concepto se compone de distintas formas de comunicación que reconfiguran «el saber en [...] formatos nuevos, y por métodos para adquirir y transmitir dicho saber» (citado en Parini y Giammatteo, 2016, p. 8). A continuación, se presenta un resumen comentado de cada capítulo de este libro, que integra distintos estudios sobre el comportamiento del lenguaje y las interacciones en el ámbito digital, abordadas desde diferentes perspectivas metodológicas y analíticas.

En el capítulo uno, «La práctica discursiva del comentario digital y la configuración de representaciones sociales en los espacios de interacción de los cibermedios», Julio Sal realiza un estudio de distintas intervenciones de usuarios acerca de los «cibergéneros» —es decir, textos presentados en noticias, cartas, notas, etc.— recopilados de la versión virtual del diario La Gaceta. En específico, el autor seleccionó textos que abordaban temas sociales en el periodo 2013-2015 con el objetivo principal de evidenciar qué estrategias argumentativas son utilizadas por ciertas comunidades virtuales para construir y representar distintos temas sociales. Para este fin, Sal enmarca teórico-metodológicamente su investigación en el análisis del discurso; asimismo, considera como conceptos relevantes el análisis tridimensional de Fairclough (1995), los criterios del modelo argumentativo, la teoría de géneros discursivos desde la lingüística cognitiva, entre otros. Como conclusión, Sal establece que la selección de términos empleados en cada titular de artículo periodístico evidencia una opinión propia o una versión de la realidad, de manera que influye en la participación de los ciudadanos en las interacciones sobre distintos tópicos.

En el segundo capítulo, «Género discursivo, transitividad e interpretación textual: una aproximación al estudio de la red social Facebook», Damián Alvarado analiza cómo las redes de significado se acoplan a los textos de Facebook, de manera que otorgan las herramientas no solo para la construcción de vivencias, sino para interpretar diferentes tipos de discursos presentes en dicha red social. El objetivo de su estudio fue reconocer qué relaciones semánticas se pueden identificar en cuatro géneros discursivos (fotografía, video, chat y comentario) presentes en la red social Facebook. Para ello, reconociendo la multimodalidad como concepto importante para su trabajo, realiza un análisis a través de la lingüística sistémico-funcional. Como conclusión, Alvarado señala que las distintas interpretaciones que surgen de los discursos «dependen del condicionamiento mutuo de las redes de significado y de los rasgos socioculturales fijados en los géneros discursivos» (en Parini y Giammatteo, 2016, p. 11).

En el tercer capítulo, «Cuando Farsantes termina, sus seguidores despiertan: una aproximación hacia los recursos lingüísticos utilizados por los seguidores de Farsantes para expresar su (des)agrado en Facebook», Carolina Barandiarán realiza un estudio acerca de cómo es representada la serie argentina Farsantes —entre 2013 y 2014— a través de interacciones textuales en la página de Facebook de la serie, con el objetivo de evidenciar qué recursos lingüísticos emplean los usuarios para representar el programa. Para ello, la autora recurrió a la teoría de la interacción parasocial, dada la actitud empática del público ante la muerte de uno de los personajes ficticios de la serie, y a la teoría de la valoración, de la cual utiliza la noción de modos de intensificación. Como conclusión, Barandiarán sostiene que el deceso de Pedro —personaje— provocó una reacción negativa hacia la serie; asimismo, encontró que las «malas palabras» también fueron un recurso empleado para evidenciar disconformidad acerca de un hecho específico.

En el cuarto capítulo, «La participación estudiantil en entornos virtuales. Práctica discursiva juvenil y representaciones sociales en el caso de «La Toma UNT»», Gabriela Palazzo analiza cómo es representada la juventud a través de los discursos expresados en el blog La Toma UNT, un espacio digital creado a raíz de la toma estudiantil propiciada por un grupo de universitarios de la Universidad Nacional de Tucumán. Palazzo tuvo como objetivo describir cómo —en función del ciberdiscurso— se reproducen maneras de construir la juventud a través de la subjetividad. Para ello, enmarca su investigación como un estudio sobre análisis discursivo. Como conclusión, señala que el discurso realizado por los estudiantes generó que la juventud sea percibida como «un motor de cambio, juventud comprometida, juventud que es presente y es futuro» (en Parini y Giammatteo, 2016, p. 121).

En el quinto capítulo, «Mensajes de texto y bilingüismo. Usos lingüísticos en situación de contacto», Patricia Gubitosi realiza un estudio de los préstamos empleados en interacciones textuales, elaborados por dos grupos de hablantes argentinos que residen —desde hace más de diez años— en Estados Unidos. Por un lado, tuvo como objetivo analizar las estrategias discursivas consideradas en las conversaciones de texto; por otro, buscó evaluar la frecuencia en la que dichas personas emplean la lengua española (o inglesa) en sus conversaciones y los préstamos considerados en ellas. Metodológicamente, la autora recopiló 565 mensajes de texto, los cuales fueron realizados por cuatro hablantes mujeres. Como conclusión, Gubitosi señala que la lengua más empleada por los grupos es el español, sin que ello implique una separación total con la lengua hegemónica, puesto que el discurso empleado en los mensajes de texto presenta elementos (préstamos) del inglés.

En el sexto capítulo, «El contexto de participación e interacción en los mundos virtuales: propiedades conocidas, reconfiguradas y emergentes», Alejandro Parini analiza las interacciones realizadas en el mundo virtual Habbo Hotel —una plataforma enfocada en otorgar a los usuarios un espacio propicio para la socialización— con el objetivo de identificar qué características contextuales se circunscriben en las prácticas interactivas producidas en dicha plataforma virtual. Para ello, Parini enmarca su investigación como un estudio cualitativo, por lo que emplea un corpus compuesto por interacciones captadas a través de capturas de pantalla. El autor concluye que Habbo Hotel presenta características que pueden ser clasificadas a partir de la propuesta tripartita de Herring —es decir, en conocidas, reconfiguradas y emergentes—; asimismo, los hallazgos sugieren repensar en que la importancia de los espacios virtuales no recae únicamente en su carácter lúdico, sino también en su alto alcance comunicativo, dado que pueden constituirse como reflejos de las interacciones producidas en el mundo real.

En el séptimo capítulo, «Aproximaciones al aprendizaje colaborativo en actividades de escritura con integración de tecnologías en cursos de ingreso universitario», Ferrari et al. se enfocan en estudiar las estrategias efectivas consideradas para el proceso de aprendizaje colaborativo enfocado en la escritura y la tecnología, esta última entendida como una herramienta importante que complementa el aprendizaje. En este capítulo, los autores realizan una propuesta que permita favorecer el aprendizaje colaborativo de la escritura a través de un estudio de caso, para lo cual consideran como espacios un blog de aula y la red social Facebook. Como conclusión, Ferrari et al. reconocen las ventajas de incorporar los espacios virtuales en la enseñanza colaborativa; por ejemplo, no enfocar únicamente al docente como el agente de enseñanza, sino —a través de los espacios virtuales— generar una práctica colaborativa de aprendizaje que implique la participación activa de los estudiantes.

En el octavo (y último) capítulo, «Gramática 2.0: notas acerca de la implementación de una plataforma Moodle para su enseñanza», Giammatteo et al. exploran los resultados de la aplicación de Moodle —una plataforma creada para brindar enseñanzas sobre gramática—, tomando en cuenta su importancia como herramienta de aprendizaje, dadas las dificultades presentadas por los estudiantes universitarios (como la comprensión de los contenidos) de la carrera de Letras de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. La plataforma fue creada con fines educativos y presenta los siguientes los módulos de foros, de tareas, de consultas, de encuestas y de cuestionarios. Como conclusión, los autores argumentan que las características de Moodle forjan un espacio propicio para el aprendizaje.

A raíz de las investigaciones presentadas, se evidencia que la comunicación tiende a adaptarse a los distintos contextos y espacios, en la medida en que los seres humanos les otorguemos un uso particular. En ese sentido, se puede inferir que la «era digital» —como herramienta medianamente reciente en el ámbito lingüístico— constituye un espacio productivo que alberga un cúmulo de información interaccional y comunicativa. Al respecto, de acuerdo con Cameron y Panovic (2014, citado en Alvarado, 2019), la comunicación digital no debe concebirse como un concepto al margen de la vida cotidiana, puesto que se encuentra integrada en esta última. La comunicación «cara a cara» se caracteriza por propiciar múltiples usos lingüísticos; no obstante, la comunicación digital también presenta —de acuerdo con Parini y Giammatteo (2016)— un carácter productivo. Por tanto, se reconoce que la interacción generada en el espacio digital —así como la comunicación establecida «cara a cara»— contempla un variado cúmulo de información contextual y prácticas sociales (Parini y Giammatteo, 2016). En síntesis, resulta importante comentar que la importancia del estudio de la comunicación digital radica en que los intercambios comunicativos propiciados en dichos espacios (virtuales) otorgan información acerca de «la conducta social y lingüística de los usuarios» (Parini y Giammatteo, 2016, p. 8); por ello, invito a la lectura del presente libro no solo por las interesantes investigaciones presentadas en esta reseña, sino también por la precisa descripción realizada por Alejandro Parini y Mabel Giammatteo sobre el alcance de la «cultura digital» en nuestras prácticas comunicativas, las cuales —en este espacio— se enriquecen de una serie de elementos multimodales para la construcción de significado.

Referencias bibliográficas

Alvarado, K. (2019). «El provinciano no respeta nada, se meten donde no deben»: La representación del otro en el discurso sobre los espacios públicos [Tesis de maestría, Pontificia Universidad Católica del Perú]. https://tesis.pucp.edu.pe/repositorio/handle/20.500.12404/14997

Parini, A., y Giammatteo, M. (Comps.). (2016). El lenguaje en la comunicación digital. Universidad de Belgrano.

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